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El bus de la seguridad democrática

In Uncategorized on abril 4, 2010 at 3:02 pm
Por Juan Manuel Santos el 26 de Marzo 2010 10:12 AM

020708santoseingrid.jpgLa obra de gobierno del Presidente Uribe ha sido tan importante y contundente, que prácticamente  ningún aspirante a la Presidencia  se atreve a descalificarla por temor al rechazo de los electores. Esto se da, especialmente, en el tema de la Seguridad Democrática, de la que muchos aparecen ahora como sus apoyadores.
Pero la diferencia está en que yo lideré, como Ministro de Defensa, la etapa culminante de esta política. Colombia y el mundo conocieron, fueron testigos, de los resultados.  Lee el resto de esta entrada »

Nada que agradecer a las Farc

In Uncategorized on abril 4, 2010 at 2:49 pm

Opinión| 3 Abr 2010 – 11:00 pm 

Por: Humberto de la Calle

LAS EXPRESIONES DE ALEGRÍA POR la liberación de Calvo y Moncayo, absolutamente justificadas, no deben opacar el hecho protuberante: las Farc actúan contra toda regla humanitaria y se comportan con una soberbia infinita, como si fueran dueños de la vida y la libertad de las personas. 
 
Su conducta sólo tiene un nombre, aunque en medio de la orgía mediática provocada por las liberaciones haya salido a flote una marejada de eufemismos y excusas subliminales totalmente condenables.
Piedad Córdoba y monseñor Gómez merecen reconocimiento. Se entiende, además, que un facilitador de una operación tan compleja no vaya a la selva a insultar a la guerrilla. Pero de allí a caer en inapropiados desmayos del lenguaje y esguinces conceptuales como los que tuvimos que soportar estos días, hay todo un trecho.
Lo primero es que el delito cometido se llama secuestro, con todas sus letras. Hablar de retención, reclusión y otros vocablos perfumados, es una forma de escamotear la verdad.
En cuanto a la solución política negociada del conflicto, todo colombiano tiene el derecho de creer que es el único camino. Pero resulta patéticamente nocivo que cuando le preguntaron a monseñor Gómez qué les había dicho a los secuestradores, contestó que el camino era la solución política negociada. ¿Habrá mayor estímulo para un delincuente que un prelado de tan alta alcurnia, al momento de entregar el producto de su delito, lo cubra de una buena vez con el manto misericordioso del delito político? ¿No cuenta para nada que el secuestro es un acto contra la humanidad que no tiene cabida en ningún credo verdaderamente revolucionario? Una cosa es la misericordia humanitaria y otra la condescendencia que termina exonerando al delincuente del reproche que se merece.
La senadora Córdoba habló de la necesidad de liberar a los delincuentes políticos. Con perdón y respeto, en Colombia no hay presos políticos. Quienes purgan penas en las cárceles, lo hacen por delitos concretos, juzgados mediante las ritualidades reconocidas por el mundo civilizado y reciben un trato ajustado a los estándares internacionales. Una confusión de esa naturaleza produce, de nuevo, el efecto de soslayar la acción de estos grupos criminales.
Así como la palabra insurgente, utilizada a troche y moche en estos días de pasión. Aun aceptando que en sus orígenes estos grupos fueron insurgentes, hoy se limitan al tráfico de estupefacientes, luchan por los corredores de la droga, se alían en obsceno condumio mercenario con lo peor de las bandas criminales y actúan sin remordimiento contra la población civil inocente.
Pocas horas antes de este aluvión de adjetivos benevolentes, murió un niño-bomba en Nariño. Desaparecieron por completo su cráneo y su tronco. La condena más vehemente vino de Antonio Navarro Wolff. ¿Es sano callar estas verdades sólo por no aguar la fiesta? 

Los tabús electorales

In Uncategorized on abril 4, 2010 at 2:36 pm

Por Alfredo Rangel

OPINIÓN El nuestro es el único ejercito del mundo que combate una guerra sin fuero militar, institución jurídica que se remonta a la antigua Roma

Viernes 2 Abril 2010

Los temas son el lenguaje de la política, pero hay temas peligrosos, innombrables: son temas tabú. En el transcurso de la actual campaña presidencial ha habido ciertos temas que los candidatos han preferido eludir y no abordar públicamente, porque temen que al tratarlos se distorsione su perfil frente a la opinión, o ser estigmatizados por sus adversarios, o porque sus posiciones van en contravía de la opinión prevaleciente y no están dispuestos a perder votos. Son temas importantes, pero se considera imprudente y peligroso abordarlos. Son temas electorales tabú.

Uno de ellos es el de la seguridad democrática. A estas alturas ninguno de los candidatos habla mal de esa política, incluidos quienes desde un comienzo la criticaron sin piedad, y todavía, en secreto, la rechazan. Ahora todos hablan de continuarla, unos se consideran sus herederos y otros, sus opositores, resignados y tímidos, proponen ‘ajustarla’. Pero dentro de esta misma política hay al menos tres temas que casi todos han evitado tratar: el intercambio humanitario, los diálogos con la guerrilla y el fuero militar.
El primer tema nunca había sido mencionado en la campaña, hasta que lo volvió a poner sobre la mesa el propio Uribe a raíz de la liberación reciente de dos secuestrados. Uribe ha vuelto a insistir en su posición de siempre, y es que el intercambio humanitario es posible, siempre y cuando haya garantías de que los guerrilleros excarcelados no reingresen a las filas de la subversión. Mockus, Fajardo y Pardo se han mostrado de acuerdo. Noemí elude el tema. Pero otros, como Petro, Vargas y Santos, quieren aparecer más duros que el Presidente, más papistas que el Papa y más uribistas que Uribe, negándose en redondo a pensar siquiera en la posibilidad de un canje, como si este fuera síntoma de debilidad frente a la guerrilla; como si hacerlo les permitiera a las Farc recuperar el irrecuperable terreno que han perdido en lo político y en lo militar; como si hablar y llegar a acuerdos con los malos fuera una falta moral y ética de los buenos y no un imperativo humanitario. Además, lo hace posible el realismo político: hoy el intercambio humanitario, en condiciones decorosas, no cambiará ni un ápice la correlación estratégica de fuerzas entre el Estado y la guerrilla.

Pero algunos candidatos temen aparecer débiles frente a la guerrilla y eso los lleva a ser implacables con los secuestrados y sus familias. Así las cosas, tal vez la última oportunidad de liberación la tendrán los secuestrados durante los restantes 100 días de Uribe, pues su sucesor podría llegar amarrado por sus propias declaraciones en contra del acuerdo. A no ser que en una jugada audaz e inesperada opte por resolverlo en su primer año de gobierno, como un paso inicial hacia una paz negociada.

Pero la búsqueda de una paz negociada se ha vuelto otro tema tabú. No sobra recordar que Uribe, el duro, mantuvo siempre la puerta abierta a esta posibilidad, poniendo a veces duras condiciones, suavizándolas en otras ocasiones. Pero en declaraciones a la revista Credencial sobre la continuidad de la seguridad democrática, el candidato Pardo afirma: «No creemos que para lograr la paz sea indispensable la negociación», y Noemí señala que hay que «mantener la decisión inquebrantable de no negociar con la guerrilla». Al respecto Mockus, Fajardo, Petro y Vargas no dicen nada. Otra vez el tabú que hace a unos elusivos y a otros más papistas que el Papa. Solamente Santos mantiene la puerta abierta señalando que «sólo incluiría el diálogo sobre bases firmes, sólidas y serias, que realmente dejen ver una clara intención de llegar a un resultado». Manteniendo la mano firme en la lucha contra el terrorismo, los candidatos presidenciales deben presentar alternativas de salida viables a lo que resta del conflicto armado, y no resignarnos a su crónica, agónica e interminable persistencia. Hablar de una salida negociada debe dejar de ser un tabú.

Finalmente, el tema del fuero militar. Yo diría que su abolición ha sido uno de los grandes errores de la seguridad democrática y su recuperación es una de las tareas urgentes. El nuestro es el único Ejército del mundo que combate una guerra sin fuero militar, institución jurídica que se remonta a la antigua Roma y que hoy está presente y vigente en todos los países modernos. Solamente Arias en su momento lo esgrimió como tema de campaña y ahora lo ha recogido Noemí. Los demás parecen temer las reacciones de las ONG nacionales e internacionales si llegasen a defenderlo, y cada quien es dueño de sus propios miedos; o tal vez creen que nuestro Ejército no brinda la suficiente confianza para devolverle el fuero militar, pero esto sí debería discutirse de manera pública y abierta. A no ser que el Ejército también sea otro tabú electoral.

Uribista pero no abyecto

In Uncategorized on abril 4, 2010 at 2:28 pm

CAMPAÑA Germán Vargas ha tenido que ser uribista sin Uribe y a veces contra Uribe. Sin embargo tiene todas las credenciales para ser el heredero de la seguridad democrática.

Viernes 2 Abril 2010
 
Prácticamente todo el mundo considera que en estas elecciones la mejor campaña ha sido la de Germán Vargas. Lo que primero salta a la vista son sus propagandas de televisión que han sido definitivamente impactantes. En un ambiente como de concierto de rock, filmado en la convención que lo nominó candidato, el creativo Juan Pablo Rocha logró sacar extractos claves del discurso de Vargas Lleras para transmitir mensajes contundentes en medio de un ambiente de autenticidad y entusiasmo. Rocha afirma que con esa publicidad trató de proyectar “la fuerza, la emoción y la valentía que tiene el candidato”.

Sin embargo, la campaña de Vargas tiene elementos mucho más importantes que los creativos. En medio de un proceso electoral más basado en personalidades que en temas y programas, el jefe de Cambio Radical se puso en el camello de construir una compleja y detallada agenda de gobierno que comprende propuestas en 21 áreas. Cada una de estas fue elaborada por especialistas dirigidos por él, después de recorrer dos veces el país y de estudiar docenas de mamotretos, diagnósticos y estadísticas. Las propuestas, como sucede con frecuencia, las han leído muy pocos, pero los que lo han hecho han quedado descrestados con la seriedad de esos trabajos.

Por ejemplo, en el tema de seguridad desarrolló una propuesta integral que contempla la presencia del Estado en todo el territorio y una estrategia de seguridad urbana basada en una policía más dotada y eficiente. “Pero la seguridad sin justicia social es efímera”, dice. Por eso recalca iniciativas como aumentar la inversión estatal en salud, en educación y en servicios básicos; reformar los mercados laborales para combatir la informalidad; diseñar seguros de desempleo y crear un fondo de estabilización económica y social como los que existen en Chile y en Perú.

En el ámbito de la infraestructura propone duplicar el presupuesto para obras viales en los próximos cuatro años, renovar entidades como el Inco y el Invías, construir autopistas de doble calzada para facilitar el desarrollo del campo y mejorar las comunicaciones. No obstante –asegura Vargas–, nada de esto se podrá hacer si el Estado no tiene instituciones fuertes y definidas. “El país necesita más gobierno que Presidente, más ministerios que ministros, más cortes y tribunales que magistrados, más instituciones que individuos”, dice, mientras insiste en que hay que hacer una reforma política para mejorar el Congreso, los partidos y la justicia.

Pero al mirar a Germán Vargas como candidato, lo que más se destaca no es la calidad de su campaña sino la coherencia que esta tiene con su trayectoria política. En una campaña electoral donde la mayoría de los aspirantes se dan codazos los unos a los otros para aparecer como los herederos de Uribe, Vargas tiene todas las credenciales y legitimidad para reclamar este título.

En lo que se refiere al tema de la seguridad democrática, casi todos los candidatos lo único que han hecho es ‘colincharse’ a ese concepto. La verdad es que esa bandera de centro-derecha en orden público era originalmente de Germán Vargas, quien fue, con Álvaro Uribe, el primer jefe político en denunciar los exabruptos del Caguán.

Posteriormente se la arrebató Juan Manuel Santos con la pantalla que tuvo en el Ministerio de Defensa. Pero Santos en el fondo lo que hizo fue subirse al tren de la victoria pues, al fin y al cabo, antes de 2004 era militante del Partido Liberal y aspirante a la candidatura de esa colectividad que en ese momento le estaba haciendo oposición al gobierno de Álvaro Uribe.

Vargas, por el contrario, se montó en el tren uribista antes de que arrancara y cuando los vagones estaban vacíos. Por lo tanto, tiene derecho a alegar que su abandono a la candidatura de Horacio Serpa fue más por coherencia ideológica que por oportunismo electoral. En todo caso, con dos atentados en su contra, uno de los cuales le costó dos dedos de la mano izquierda, sus credenciales de comandante en jefe contra la guerrilla eran comparables a las del Presidente.

Como socio de la coalición de gobierno, su bancada apoyó las iniciativas del ejecutivo durante los ocho años de la era Uribe. Al final se opuso al tercer mandato, pero sin hacer oposición contra el gobierno en temas diferentes al de la segunda reelección. Pero ya a esas alturas su luna de miel con Uribe había terminado. Si bien Vargas tenía toda la legitimidad como socio fundador del gobierno de la seguridad democrática, su voracidad burocrática lo fue alejando gradualmente de la Casa de Nariño. En calidad de jefe de un partido político propio necesitaba ‘oxígeno’ para mantener aceitada la maquinaria de Cambio Radical, la cual había producido en las elecciones de 2006 el muy respetable resultado de 15 senadores.

Sin embargo, en el palacio presidencial, donde se repartía la piñata para todo el mundo, las pretensiones de Vargas fueron consideradas excesivas. Esto desembocó en que el Presidente le jugó sucio y cuando decidió montar un partido propio para reelegirse, en lugar de encomendárselo a su compañero de lucha, les ofreció esta responsabilidad inicialmente a Juan Manuel Santos y a Enrique Peñalosa. Este último declinó el ofrecimiento y solo Santos quedó con la oportunidad de construir el Partido de la U. Ni tonto ni perezoso aprovechó esta lotería política al máximo, y con sagacidad y tacto armó la plataforma política multipartidista que reeligió a Uribe y que lo tiene a él a las puertas de la Presidencia de la República.

Con el nombramiento de Santos, Uribe no solo le jugó sucio a Vargas sino, además, a Óscar Iván Zuluaga, quien también había sido su aliado en las primeras horas y había participado en la fundación de ese partido. Marginado del mismo con el premio de consolación del Ministerio de Hacienda, Zuluaga –quien tenía aspiraciones presidenciales– quedó por fuera de esa contienda.

Pero la creación del Partido de la U no fue la única zancadilla que el gobierno le hizo a Vargas Lleras. Con la reforma política de 2009, que permitía el transfuguismo entre partidos, el uribismo le desmanteló buena parte de Cambio Radical, al tentar a sus congresistas con dádivas burocráticas para que cambiaran de bando y apoyaran la reelección de Uribe. Eso y el huracán de la parapolítica hicieron que en cuatro años Cambio Radical tuviera bajas de casi el 50 por ciento en la Cámara alta y en 2010 eligiera ocho senadores. Sin gobierno, este es un resultado respetable y, como él mismo ha repetido una y otra vez, “depurado”. Esas fricciones conyugales entre Uribe y Vargas no cambian el hecho de que los dos representan ideológicamente lo mismo: autoridad sin concesiones en el tema de orden público y respaldo absoluto a la inversión privada y a la libre empresa. En otras palabras, a Germán Vargas le ha correspondido ser uribista sin Uribe y a veces contra Uribe. Ha sido un socio leal de la coalición de gobierno y su oposición al tercer periodo no cambia esa realidad. Ha tenido el mérito adicional de no hacer parte de la lambonería colectiva en que está la mayoría de los candidatos con el disco rayado de “la seguridad democrática, la confianza inversionista y la cohesión social”. Él está comprometido con estas tesis, pero las registra en forma independiente con un eslogan de campaña continuista pero no abyecto: ‘Mejor es posible’.

Con el resultado de la última encuesta de Napoleón Franco, la candidatura de Germán Vargas no triunfó pero sobrevivió. Los candidatos que están por debajo de él son vistos sin mayor opción y los que están por encima –Santos, Noemí y Mockus– están todavía en juego. Germán está en la frontera. El 8 por ciento de intención de voto con que cuenta y el cuarto lugar entre los candidatos a solo un punto de Mockus, le dan la doble oportunidad de seguir peleando por la segunda vuelta o de ser el fiel de la balanza en el resultado electoral. Y ese es un gran mérito ante las difíciles circunstancias que ha tenido que afrontar.
 

Dignidad

In Uncategorized on abril 4, 2010 at 2:20 pm

Noemí Sanín

Casos como el del Coronel Julián Guevara y la serena dignidad de Doña Emperatriz al recibir sus restos nos deberían hacer reflexionar: es hora del replanteamiento de la Justicia Penal Militar
La lección de serena dignidad que acaba de entregarle al país Doña Emperatriz, madre del Coronel de la Policía Nacional Julián Guevara, coincidió con la víspera del Viernes Santo, día de la crucifixión de Jesús, la ocasión más especial de la Iglesia. Resulta simbólico que así como a la Virgen María los soldados romanos le entregaron los despojos de Su Hijo, también a doña Emperatriz los terroristas de las Farc le devolvieron los restos óseos de su hijo, después de haberlos sometido a él, a ella y a todos nosotros al viacrucis de 12 años de secuestro en el que nos robaron su cuerpo, pero nunca su espíritu, que siempre estuvo avivado por el dolor sereno de la madre, que al final lo recuperó.
La devolución de los restos del alto oficial, que les fue arrebatado a la Patria y a su familia hace más de una década, fue presentado de manera engañosa por los terroristas de las Farc, que lo secuestraron y asesinaron, como un «acto humanitario», tratando de encubrir la realidad de la barbarie que cometieron. Lo humanitario hubiera sido devolver al coronel vivo y cuando aún era Capitán, pero no ahora, haciendo propaganda y aprovechándose de la infinita capacidad de perdón de una madre y en medio del justificado estupor de una nación. Los honores militares que dicen que recibió causan indignación y sólo sirven para probar la ignominia a la que fue sometido en vida y aún después de muerto.
La Semana Santa, que hoy termina con la conmemoración de la resurrección de Jesús, debe hacernos reflexionar sobre la inutilidad de la guerra. Pero, sobre todo, las Farc deberían reflexionar sobre la crueldad del secuestro como medio de obtención de réditos políticos o económicos y, en todo caso, como método bélico, pues se trata de una conducta no amnistiable ni indultable por expresa prohibición de la legislación nacional e internacional.
Tal vez por ello ese grupo terrorista no ha vuelto a secuestrar miembros de las Fuerzas Armadas. Aunque también puede serlo por física incapacidad, ante el evidente fortalecimiento de las Fuerzas Militares. Y esa es la razón por la cual, al no poder derrotar al Estado, ha decidido abrirle otro frente de batalla: el jurídico. Por esto, es necesario fortalecer cuanto antes ese aspecto de nuestros hombres y mujeres en armas, pues el país no puede darse el lujo de perder en los estrados judiciales, nacionales e internacionales, las batallas que ha ganado en forma honrosa en el campo de combate.
No hay forma de negarlo, entre otras cosas, porque hay confesiones de parte, que algunos de nuestros hombres en armas han equivocado el rumbo y desviado su honor militar para incurrir en actos conocidos como «falsos positivos», que corresponden a una errada estrategia de privilegiar el «conteo de cuerpos» (body count) como único indicador de gestión en las Fuerzas Armadas en su lucha contra los grupos terroristas. Pero de ahí a aceptar, sin que aparezca la mínima prueba, que cada baja en combate es un «falso positivo», hay un abismo.
La situación es tan grave que amerita un replanteamiento de la Justicia Penal Militar y del fuero que ampara a militares y policías, para que, sin desconocer los compromisos internacionales suscritos por Colombia y la propia jurisprudencia constitucional y ordinaria de las altas cortes, se impida que por acusaciones injustas o por montajes jurídicos termine arruinándose la vida y la carrera de los hombres y mujeres en armas que deben enfrentar procesos de alto costo.
No sólo se requiere fortalecer el fuero militar, sino crear con urgencia una unidad de defensa jurídica que con abogados propios, o contratando juristas externos prestigiosos de la rama penal, el Estado pueda proveer a la defensa de sus hombres, con la advertencia de que si llegan a resultar condenados, el Estado repetirá contra ellos los costos del juicio. De esa manera se les protege de la ruina económica y se les ampara de la «guerra jurídica».
La serena dignidad mostrada por Doña Emperatriz, madre abnegada y vergonzosamente sometida por los terroristas a soportar el papel de Dolorosa en pleno siglo XXI, debe servirnos para proteger a nuestros mejores hombres y mujeres de esa ofensiva inclemente que se cierne sobre sus hombros.

* Candidata presidencial por el Partido Conservador

Noemí Sanín *

Si la alianza Mockus-Fajardo cuaja

In Uncategorized on abril 4, 2010 at 2:09 pm

Si la alianza Mockus-Fajardo cuaja, y ojalá cuaje, los partidos tradicionales y la coalición de Gobierno van a tener que reaccionar rápido y con fuerza. Podrían perder el poder.

Los dos, que en realidad son cuatro, pues no podemos olvidar que detrás están Lucho Garzón y Enrique Peñalosa, tienen reputación de serios, capaces, eficientes y honestos. Los dos transformaron de alguna manera las ciudades que administraron.
Los dos, es decir los cuatro, son tipos que le caen bien a todo el mundo. Están más allá de la polarización que ha caracterizado la política colombiana en los últimos 20 años.

Mockus y Fajardo pueden recoger a un mundo de gente que quiere participar en política, pero no gusta de los partidos tradicionales, no quiere ser catalogado como uribista o antiuribista y tampoco siente que el Polo Democrático sea la solución. En esa alianza, parafraseando el famoso juego de la pirinola que uso Mockus en su primera Alcaldía de Bogotá: todos caben. Los tenores hicieron la campaña más decente e inteligente de las últimas elecciones.  Recorrieron el país presentando propuestas y debatiendo entre ellos los temas de interés público y no ventilando insultos o echándose agua sucia como ocurrió en otras campañas. Los verdes le apostaron a la creatividad y la inteligencia y el público les compró la idea.

Si repiten esa campaña novedosa y exitosa, que además utiliza a la perfección las nuevas herramientas digitales en donde además se congregan los nuevos votantes, Antanas y Fajardo podrían pasar a la segunda vuelta presidencial y una vez allí la Presidencia será pan comido.
Claro, eso dependerá de cómo jueguen sus cartas los partidos tradicionales y la coalición uribista. Rafael Pardo y Germán Vargas van a tener que revisar sus posturas frente a una posible unión. El Polo Democrático deberá unirse en torno a Petro y el Partido de la U y el Partido Conservador más temprano que tarde se deberían sentar a conversar.   
Si la alianza Mockus-Fajardo cuaja, y ojalá cuaje, esta será la campaña presidencial más emocionante e interesante de los últimos tiempos. También podría ser la campaña que cambie nuestras costumbres políticas para siempre. Ojalá cuaje.

Los cómplices

In Uncategorized on abril 4, 2010 at 2:01 pm

Salud Hernández-Mora

En este planeta guardamos silencio ante la dictadura. A unos los juzgamos con una obsequiosa generosidad, ignorando sus crímenes, y a otros los condenamos
«José padece desnutrición severa, cólicos, problemas en la columna vertebral por espina bífida, quiste en el riñón izquierdo, cálculos en el derecho y es asmático. Su cuerpo es hueso y piel, no tiene carne», dice su madre.
¿Es un secuestrado? No, es un preso político cubano. El médico José Luis García Paneque está condenado a 24 años de reclusión por el delito de no comulgar con el régimen despótico de los Castro.
Claro que la izquierda progresista prefiere creer a su venerado Fidel que califica a los disidentes de «mercenarios y delincuentes». Pues están de malas porque la ola contra la dictadura del barbudo no se detiene y está dejando en evidencia a quienes se empeñan en ignorar las violaciones castristas.Ya quedó al descubierto Lula da Silva. El día que murió el disidente Orlando Zapata, un albañil de convicciones profundas, que sólo pudo gritar los atropellos del régimen cubano con una larga huelga de hambre en la cárcel, como ahora hace su compañero Guillermo Fariñas, el destino quiso poner a prueba al líder brasileño. Y, claro, desnudaron sus clamorosas incoherencias, su cobardía y sus complicidades.
El presidente Lula se encontraba preciso en esa fecha en La Habana, de visita oficial, abrazando al dictador barbudo y al delfín septuagenario. En una rueda de prensa con Raulito, un periodista preguntó por la muerte del fundador del Partido Alternativa Republicana, defensor de la democracia, lo que le costó una condena de 25 años.
El hermano del dictador soltó su habitual verborrea trasnochada y falsa, pero cuando le llegó el turno al antiguo obrero metalúrgico del Partido de los Trabajadores, que pasó un tiempo encerrado en las cárceles de la dictadura militar brasileña, enmudeció. Lula da Silva dio la callada por respuesta.
«Hay violaciones de los derechos humanos en el mundo entero», dijo su asesor para asuntos internacionales, Marco Aurelio García, con un cinismo insultante, a modo de excusa.
No era la primera vez que Lula guardaba un silencio cómplice. En septiembre del 2003 tampoco quiso pronunciarse cuando el ícono de la izquierda mandó a prisión a 75 disidentes porque no soporta que un solo cubano le lleve la contraria.
¿Y dice algo la buena de Bachelet? Tampoco. Ella, que fue torturada en los penales de Pinochet, que conoce lo que es perder la libertad por expresar ideas, conserva esa parcial visión del mundo donde los dictadores sólo son de derechas. Por eso le rindió pleitesía a Fidel cuando fue a La Habana.
Los países latinoamericanos hablan duro contra Honduras, lo dejan por fuera de sus citas multilaterales porque dicen que no es democrático y admiten, por contra, al muy demócrata y libertador Raúl Castro, elegido en la presidencia cubana por el dedo ensangrentado de su hermano.
Así somos en este planeta, a unos los juzgamos con una obsequiosa generosidad, ignorando sus crímenes, y a otros los condenamos.
Vean la perla que soltó en una reciente entrevista con María Isabel Rueda el vicepresidente de Fajardo, Julio Londoño: «Lo ideal es que Cuba se integre de acuerdo con sus propias características al contexto internacional de democracia, pero no de la democracia que queremos nosotros, sino la que quieren los cubanos, que no es una formal sino una democracia de bienestar». Esperemos que lo corrija su jefe.
En la Unión Europea, donde Zapatero y su Moratinos del alma hacen esfuerzos ímprobos por defender a los Castro y a Chávez, aprobaron una resolución contra la dictadura cubana y a favor de la disidencia. Quinientos nueve diputados la respaldaron y 30 votaron en contra, el mismo grupo que viene a Colombia a criticar nuestra democracia. Y les paran bolas como si fuesen el oráculo.
NOTA. La dictadura chavista encarceló a Álvarez Paz por conspiración, instigación al odio y generación de zozobra e inquietud. Castro debe de estar feliz con su alumno.

Farc-santes

In Uncategorized on abril 4, 2010 at 1:53 pm

¿Juntos y revueltos?

In Uncategorized on abril 4, 2010 at 1:49 pm

María Isabel Rueda

Una alianza entre Mockus y Fajardo no era sólo posible, sino inevitable. Era de esperarse que más temprano que tarde, se sentaran a conversar
Era de esperarse que más temprano que tarde, Antanas Mockus y Sergio Fajardo se sentaran a conversar.
Las razones que hacían esa alianza no sólo posible sino hasta inevitable son dos. La primera es que ambos representan lo mismo. Y ha llegado la hora de unirse, después de lo ocurrido en las elecciones parlamentarias, que marcaron para Fajardo el inicio de un proceso de languidez y para Mockus uno de crecimiento, al quedar ubicado de la noche a la mañana de número tres en el partidor.
La segunda razón es el factor dinero. La ley de garantías electorales determina que a cada candidato presidencial se le giran como anticipo 7.000 millones de pesos, y lo respalda su respectivo partido con el dinero que entra como reposición, proporcional a los votos obtenidos en las parlamentarias.

Como Fajardo no alcanzó el umbral, le toca garantizar de su propio bolsillo los 7.000 millones que le darían de anticipo, o conseguirse algún banco o industrial paisa que lo haga por él, lo cual francamente no veo posible. Y un candidato sin plata para hacer campaña sólo tiene un camino: retirarse.
Petro tiene todo derecho de acceder a sus 7.000 mil millones, aunque su partido trae una difícil situación financiera que le tocó heredar: el Polo, producto de muy malas administraciones y de la forma como lo han ordeñado sus figuras, debe mucha plata. Pero no creo que el Gobierno se meta en el lío de negarle al único candidato de izquierda su anticipo, así le falte una garantía seria de que lo va a devolver.
¿Qué posibilidades hay de que se armen otras alianzas semejantes a la de Mockus y Fajardo antes de la primera vuelta? Francamente no las veo. Entre Rafael Pardo y Germán Vargas ha habido coqueteos, pero esa es, hoy por hoy, una unión imposible. Vargas tendría que entregar su candidatura a cambio de su tiquete de regreso al Partido Liberal. Y no tiene ninguna razón para hacer eso, si en las encuestas aparece doblando al candidato oficial del liberalismo. Por su parte, Pardo tampoco siente ninguna obligación de hacer lo propio, pues aunque está pasando por un mal momento en las encuestas, el liberalismo logró conservar sus 18 senadores, con una votación cercana al 1’800.000 votos.
La pregunta sigue siendo quién irá a la competencia contra Juan Manuel Santos en segunda vuelta. Noemí le lleva una ventaja de cerca de ocho puntos a Mockus y a Vargas. La verdad es que para que se crucen los caminos de estos tres candidatos no se necesita sino que Noemí baje cuatro puntos y Mockus o Vargas suban otros cuatro. No suena tan difícil…
Y mientras la alianza Mockus-Fajardo sólo puede sumar, es probable que la primera damnificada de esa unión sea la propia Noemí, porque para algún lado tienen que coger los votos anti-Santos, que al buscar un refugio, es más lógico que lo encuentren al lado de Mockus, que hoy encarna la antítesis uribista, que bajo las toldas de la candidata conservadora, que se independizó de Uribe para lanzarse de candidata, pero que a cada rato nos recuerda que viene de allá. Tan previsible es que eso ocurra, que incluso hay analistas que aseguran ya que Noemí tocó techo y que ahora viene de para abajo en caída libre.
Yo no me atrevería a hacer ese pronóstico. La última vez que aseguré que alguien había tocado techo fue de Álvaro Uribe cuando alcanzó en las encuestas el 7 por ciento de favoritismo en el año 2000. Ha sido el mayor descache de mi vida como analista política, y no pienso repetirlo ahora prediciendo que Noemí Sanín no alcanzará a llegar a la primera vuelta. Y mucho menos diré que, tal y como están las cosas, podría ser Antanas Mockus, más todavía después de su alianza con Fajardo, el que se erija como el candidato de opinión de estas elecciones y se enfrente contra Juan Manuel Santos en la segunda.
¡SE ME OLVIDA! El secreto mejor guardado de Bogotá: cuando todos se van en Semana Santa y nos la dejan sólo para nosotros.

Piedad Córdoba pide a Uribe facilitar el ¿acuerdo humanitario? antes de concluir su mandato… ja ja ja Que espere sentada la teodora y sus secuaces mamertos.

In Uncategorized on abril 4, 2010 at 12:29 am

Caracol Abril 3 de 2010

A través de Twitter, la senadora alias ¿»teodora bolivar»? pidió al Presidente de la República Álvaro Uribe que no culmine su mandato sin abrir las puertas a un acuerdo humanitario que permita la liberación de todos los secuestrados.

“Ojala el gobierno de Uribe antes de irse el 7 agosto, demuestre corazón grande y permita lograr un ¿acuerdo humanitario?. Los queremos vivos, libres y en paz”, puntualizó Córdoba.

Además la senadora anunció que transmitirá toda su gira por Europa a través de Twitter, Facebook y su página web, en donde informará minuto a minuto de los avances de su ¿gira por la paz????

Su visita por los países europeos iniciará en España, Suiza y Gran Bretaña en donde espera encontrar todo el apoyo mamerto internacional necesario para lograr un ¿acuerdo humanitario?.